Los inversores a largo plazo suelen fijarse en varios parámetros de valoración a la hora de decidir si invierten en una empresa concreta. Una medida útil es la capitalización bursátil.
La capitalización bursátil es una medida del valor total de las acciones en circulación de una empresa. Se calcula multiplicando el precio de mercado actual de una acción por el número total de acciones en circulación. Dado que el precio de las acciones de una empresa determina la capitalización bursátil, ésta representa el valor percibido que los inversores asignan a los fondos propios de una empresa en lugar de su valor contable.
Cómo calcular la capitalización bursátil
Calcular la capitalización bursátil es un proceso sencillo. En él intervienen dos componentes clave: el precio actual de las acciones y el número total de acciones en circulación.
He aquí la fórmula de la capitalización bursátil:
Capitalización bursátil = Precio actual de la acción × Total de acciones en circulación
Por ejemplo, supongamos que la empresa XYZ tiene una cotización actual de 50 $ y 1,5 millones de acciones en circulación. Utilizando la fórmula, su capitalización bursátil sería de 75 millones de dólares.
Es importante tener en cuenta que la capitalización bursátil de una empresa puede cambiar constantemente a medida que fluctúa su cotización y que emite o recompra acciones.
Tipos de capitalización bursátil
La capitalización bursátil clasifica a las empresas que cotizan en bolsa en diferentes grupos en función de su valor total de mercado. Hay cinco categorías principales: megacapitalización, gran capitalización, mediana capitalización, pequeña capitalización y microcapitalización.
Mega-cap
Las empresas de megacapitalización suelen ser las más grandes y consolidadas del mercado. Estas empresas tienen un valor de mercado de 200.000 millones de dólares o más. Hay un puñado de empresas de megacapitalización en el índice S&P 500, y entre las más populares figuran gigantes tecnológicos como Apple, Amazon, Microsoft y Meta.
Gran capitalización
Los valores de gran capitalización tienen una capitalización bursátil superior a 10.000 millones de dólares. Estas empresas suelen tener un largo historial de estabilidad y éxito. Es menos probable que experimenten una volatilidad extrema en comparación con las empresas más pequeñas, lo que las convierte en una opción de inversión más conservadora.
Los inversores que buscan un crecimiento constante a largo plazo y un riesgo menor suelen recurrir a las acciones de gran capitalización. Estas empresas suelen generar más efectivo del que necesitan para llevar a cabo sus operaciones y pagar dividendos a sus accionistas.
Mediana capitalización
Las empresas de mediana capitalización se sitúan en la franja media, con capitalizaciones bursátiles que suelen oscilar entre 2.000 y 10.000 millones de dólares. Los valores de mediana capitalización ofrecen un equilibrio entre potencial de crecimiento y riesgo. Son más pequeñas y ágiles que las empresas de gran capitalización, lo que puede propiciar un crecimiento más rápido, pero también pueden ser más susceptibles a las fluctuaciones del mercado.
Estas empresas tienen margen para la expansión y la innovación, pero ya han demostrado un cierto nivel de estabilidad. Por lo tanto, suelen ofrecer un riesgo moderado y oportunidades de crecimiento.
Pequeña capitalización
Las empresas de pequeña capitalización tienen valoraciones de mercado de entre 250 y 2.000 millones de dólares. Suelen ser empresas más jóvenes y menos consolidadas que las de gran y mediana capitalización. Suelen tener más margen de crecimiento, pero conllevan un mayor riesgo por su vulnerabilidad a las recesiones económicas y la volatilidad de los mercados.
Microcapitalización
Las microcapitalizaciones son empresas con una valoración de mercado inferior a 250 millones de dólares. Suelen ser las empresas más pequeñas del mercado bursátil. Por ello, la mayoría de los inversores institucionales no se centran en el mercado de microcapitalización, que suele ser demasiado pequeño para sus carteras.
Los inversores particulares pueden encontrar atractivas oportunidades de inversión en el espacio de microcapitalización, dada la menor competencia. Sin embargo, el mercado de microcapitalización está plagado de empresas arriesgadas y de baja calidad, y tiende a ser la parte más arriesgada del mercado. Por lo tanto, requiere una mayor diligencia debida para encontrar las pocas joyas.
Por qué es importante la capitalización bursátil
Para los inversores principiantes, la capitalización bursátil ofrece una forma rápida de calibrar el riesgo asociado a una inversión. Los valores de gran capitalización suelen ser menos arriesgados, mientras que los de pequeña capitalización tienden a ser más volátiles. Los inversores pueden adaptar sus carteras a su tolerancia al riesgo combinando valores de alta, media y baja capitalización.
La capitalización bursátil ayuda a los inversores a comparar empresas de un mismo sector o industria. Por ejemplo, comparar Apple (de gran capitalización) con Microsoft (de gran capitalización) y no con una empresa tecnológica más pequeña y menos consolidada es más significativo.
La capitalización bursátil también afecta a la liquidez. Los valores de gran capitalización suelen tener un mayor volumen de negociación, lo que facilita la compra y venta rápida de acciones sin que ello afecte significativamente a su precio. Por el contrario, los valores de pequeña capitalización pueden tener menor liquidez, lo que da lugar a mayores diferenciales entre precio de compra y precio de venta y posibles dificultades para ejecutar grandes operaciones.
Limitaciones de la capitalización bursátil
Aunque la capitalización bursátil es una valiosa medida de valoración, tiene sus limitaciones:
- Falta de información exhaustiva: La capitalización bursátil por sí sola no ofrece una imagen completa de la salud financiera, las perspectivas de crecimiento o los resultados de una empresa. Los inversores deben tener en cuenta otros factores como los beneficios, los ingresos, los niveles de deuda y la dinámica del sector a la hora de tomar decisiones de inversión.
- Cambios constantes: La capitalización bursátil puede cambiar rápidamente debido a las fluctuaciones de los precios de las acciones. La capitalización bursátil actual de una empresa puede no reflejar con exactitud su valor a largo plazo. En realidad, este es exactamente el objetivo de un inversor inteligente: encontrar valores cuyo valor intrínseco sea superior al precio de mercado actual.
- Tamaño no es sinónimo de calidad: Que una empresa sea de gran capitalización no significa que sea una buena inversión. Es esencial llevar a cabo una investigación exhaustiva y la diligencia debida antes de invertir, independientemente de la capitalización bursátil de una empresa.
Los inversores expertos saben que se pueden encontrar oportunidades de inversión atractivas en cualquier categoría de capitalización bursátil, siempre que el valor intrínseco de la acción sea mucho mayor que el precio de mercado. Para evaluar las valoraciones de las empresas, utilizan diversos parámetros financieros, además de la capitalización bursátil, como el PER, el flujo de caja libre y el rendimiento del capital invertido.
Reflexiones finales
La capitalización bursátil es una medida valiosa que proporciona información sobre el tamaño, el perfil de riesgo y el potencial de inversión de una empresa. Conocer las distintas categorías de capitalización bursátil puede ayudarle a tomar decisiones informadas que se ajusten a sus objetivos financieros y a su tolerancia al riesgo.
Sin embargo, es fundamental recordar que la capitalización bursátil es sólo una pieza del rompecabezas. Para tomar decisiones de inversión bien fundadas, hay que tener en cuenta un conjunto más amplio de factores, como los resultados financieros de la empresa, las tendencias del sector, el posicionamiento competitivo y la calidad de la gestión. TIKR.com puede ayudarle a realizar un análisis más exhaustivo de estos factores a la hora de evaluar más de 100.000 valores de todo el mundo. Empiece gratis hoy mismo.